lunes, 17 de octubre de 2011

CASA CURUTCHET (1949-1955) _ Le Corbusier



El promotor de esta vivienda, el doctor Pedro Domingo Curutchet elige a Le Corbusier después de una intensa búsqueda, sin resultados, entre diversos arquitectos argentinos. Le Corbusier acepta la propuesta pero no viajaría a Argentina, por lo que designa a alguien de su confianza a cargo de la dirección de obras, eligiendo a Amancio Williams, quien tuvo gran influencia en el diseño final del proyecto. Entre sus aportes figura la rotación de la escalera en 180º, el reemplazo de los muros del volumen de acceso por muros acristalados y el permiso para que la obra fuera construida en base al sistema de medidas de Le Corbusier, “el Modulor”, y no según la norma del país. Williams renuncia en 1951 y asume Simón Ungar y finalmente Alberto Valdés.
La principal importancia de la Casa Curutchet, de Le Corusier, radica en que aun sigue ofreciendo motivos y respuestas a temas actuales de la arquitectura, adoptando un carácter de atemporalidad.
Es la única obra de le Corbusier en Argentina y reúne todos sus conceptos y principios fundamentales de sus cinco puntos para una nueva arquitectura: fachada libre, construcción sobre pilotis, planta baja libre, terraza jardín y un ambiente diseñado a medida del hombre.
El proyecto se basa en una constante contradicción entre la racionalidad de la trama estructural regular ortogonal, y las formas orgánicas y el libre uso que adoptan los muros  al no tener que soportar cargas.



Emplazada en un terreno de 9 x 20 m, entre medianeras y frente a la Plaza Rivadavia, genera una relación empática con su contexto integrando un parasol  frente a la terraza de fachada norte, aquella que recibe sol durante todo el año, con lo que se mantiene la línea edificatoria de las viviendas vecinas. Así el arquitecto produce una obra única e inédita para la época generando un diálogo entre los elementos dados (medianeras y parque ) y la creación de nuevos espacios como la terraza y el patio.


Para su distribución, considerando los requerimientos del propietario, divide la casa en 2 volúmenes: uno para el consultorio que da hacia el frente de la calle y el parque, y la zona de viviendas que se orienta hacia el patio trasero a un área más privada. Ambos volúmenes se articulan en torno al patio central y la rampa de acceso que actúan como un solo volumen virtual.

Esta última organiza las circulaciones interiores en una “promenade” ascendente y obliga a recorrer la casa verticalmente otorgando a los espacios un interesante juego de perspectivas y un carácter dinámico. Asimismo, produce una alteración del ritmo y la dinámica de recorrido que acompaña desde el exterior, haciendo notar la presencia de un espacio distinto.


La puesta en valor del vacío, el uso de transparencias, la superposición de planos horizontales y verticales, los espacios fragmentados y fluidos a la vez, la diferenciación de escalas entre el interior y el exterior, otorgan gran riqueza espacial a la vivienda y demuestran una nueva manera de combinar forma y técnica en un mismo proyecto y una obra de indiscutible valor arquitectónico.




Arquitecto: Le Corbusier
Ubicación: La Plata, Buenos Aires, Argentina
Colaboradores: Amancio Williams, Simón Ungar y Alberto Valdés
Área Proyecto: 345 m2
Año Proyecto: 1949-1955

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