Cara interior de brise-soleil en el Secretariado e interior provisional de la Unité de Marsella. Fotografías Lucien Hervé
“…La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas bajo la luz: las sombras y los claros revelan las formas. Los cubos, los conos, las esferas, los cilindros o las pirámides son las grandes formas primarias que la luz revela bien: la imagen de ellas es clara y tangible, sin ambigüedad. Por esta razón son formas bellas, las más bellas. Todo el mundo está de acuerdo con esto: el niño, el salvaje y el metafísico. Es la condición esencial de las artes plásticas. La arquitectura egipcia, griega o romana, es una arquitectura de prismas, cubos y cilindros, triedros o esferas: La pirámide, el Templo de Luxor, el Partenón, el Coliseo y la Villa Adriana…” Le Corbusier
- Le Corbusier, Hacia una Arquitectura. Barcelona, 1998, Ediciones Apostrofe.
- Texto Original: Vers une architecture, París 1923. Compilación de artículos escritos para la revista L’Esprit Nouveau, publicados entre 1920 y 1925.
La frase de Le Corbusier (1920) "La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz (…)" nos remite a sus imágenes de volúmenes platónicos, silos industriales y a su arquitectura de los años veinte. Sin embargo sería una banalidad buscar en ella la clave de su trabajo con la luz sin preguntarnos por las reglas de dicho juego y como buscó que fuera correcto y magnífico.
Planta y sección de la Mezquita Verde, en Brusa
En la misma serie de artículos donde apareció la frase anterior, publicó un esquema de la Mezquita Verde de Bursa, visitada durante su viaje a oriente en 1911, para demostrar que la percepción del exterior es resultado del interior. El croquis hecho en el viaje es elocuente: de derecha a izquierda, una entrada de baja altura se abre a un volumen abovedado e iluminado cenitalmente que es flanqueado por otro similar pero en penumbra, y por otro lateral de menor dimensión, también en sombra. Se trata de un vacío iluminado que funciona por el equilibrio que le dan las penumbras colindantes, una composición en base a la luz, pero también una secuencia que parte en la calle, continúa por un espacio pequeño y termina en un vacío donde según Le Corbusier "(…) uno se siente fascinado, pierde el sentido de la escala común (…)".
Luz y escala funcionan al unísono y se perciben porque existe una composición a través de los traspasos y del recorrido. Según explicó, estando en el interior se dimensiona el exterior.
En la obra de Le Corbusier el trabajo de la luz tuvo este sentido compositivo ─o de juego─, cuyas reglas pueden verse tanto en el uso de la luz natural como de la artificial.
The Shodan House, Ahmedabad
La luz en la obra de Le Corbusier_Claudio Vásquez
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