“ Como toda obra de gran calidad, la Villa Saboya elude una clasificación simplista; es sencilla y compleja, cerebral y sensual; cargada de ideas, las expresa directamente mediante figuras, volúmenes y espacios ´en determinada relación´; es uno de los momentos ´clásicos´ de la arquitectura moderna, pero también tiene afinidades con la gran arquitectura del pasado.
Una preocupación fundamental de la filosofía de Le Corbusier era que cierta visión de la vida contemporánea se le diese expresión mediante formas arquitectónicas de valor perenne, y en la villa Saboya se aprecian ecos de antiguos temas clásicos: el reposo, la proporción, la claridad y el sencillo arquitrabado.
Si la villa Stein / de Monzie en Garches repite el pavillon clásico francés como tipo, la villa Saboya representa con seguridad la reinterpretación hecha por Le Corbusier de la idea básica del templo griego, pero en los términos de la era de la máquina. Incluso puede sugerirse un recuerdo del Partenón, que tanto había obsesionado a Le Corbusier durante el voyage d´Orient: la procesión mecanizada que culminaba en un punto de entrada situada en el extremo opuesto del edificio tiene afinidades con el recorrido ceremonial que él había observado en la Acrópolis casi veinte años antes.
En sus tensas relaciones matemáticas y sus contornos preciosos, en su geometría clara y sus leves distorsiones ópticas, la villa Saboya invocaba también las cualidades que Le Corbusier había admirado en este prototipo clásico. Un pie de foto del capitulo de Vers une architecture titulado ´Arquitectura. Pura creación del espíritu´ podría aplicarse igual de bien al edificio antiguo y al moderno:
¿De que nace la emoción? De cierta relación entre los elementos categóricos: cilindros, suelo pulimentado, muros pulimentados. De una concordancia con las cosas del lugar. De un sistema plástico que extiende sus efectos sobre cada parte de la composición. De una idea que va desde la unidad de los materiales hasta la unidad de las molduras”
En sus tensas relaciones matemáticas y sus contornos preciosos, en su geometría clara y sus leves distorsiones ópticas, la villa Saboya invocaba también las cualidades que Le Corbusier había admirado en este prototipo clásico. Un pie de foto del capitulo de Vers une architecture titulado ´Arquitectura. Pura creación del espíritu´ podría aplicarse igual de bien al edificio antiguo y al moderno:
¿De que nace la emoción? De cierta relación entre los elementos categóricos: cilindros, suelo pulimentado, muros pulimentados. De una concordancia con las cosas del lugar. De un sistema plástico que extiende sus efectos sobre cada parte de la composición. De una idea que va desde la unidad de los materiales hasta la unidad de las molduras”
William J.R. Curtis_ La arquitectura moderna desde 1900 (Phaidon)